La lana ha venido siendo, históricamente, uno de los materiales sobre los que se sustentaba la economía de los caseríos de Gipuzkoa. Pero las cosas han cambiado y la lana de oveja latxa, que antaño “daba algo de dinero porque tenía gran utilidad”, hoy ya no es fuente de ingresos, ya que prácticamente no se usa.
Por este motivo la Federación de Asociaciones de Desarrollo Rural de Gipuzkoa, Landaola, ha organizado, con el apoyo de las distintas mancomunidades del territorio, recogidas de lana en todas las comarcas.
Este proceso echó a andar el pasado año, cuando se consiguió recoger 700 toneladas, y continúa este, hasta mediados de este mes.